«El yoga ayuda a superar el estrés y a ser más optimistas ante la crisis»

Dice un refrán anónimo que tranquilidad viene de tranca. Pero tampoco tienen que pintar bastos. Confucio ya dijo en su momento que un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en la que está tranquila.

La filosofía oriental la sitúa dentro de nosotros mismos y aflora cuando logramos aquietar la mente. «Es un trabajo de meditación constante y fructífero, y de actitud ante la vida», afirma Milagros Arcos del Molino, quien lleva 17 años practicando yoga y once impartiendo clases.

Una madrileña afincada en Vigo que enseña sus conocimientos en el gimnasio Okinawa, en el 47 bajo (interior) de la calle Barcelona. -¿Cuándo comenzó su relación con el yoga? -Empecé haciéndolo como una práctica personal de mediación.

Luego compré un libro y fui profundizando en ello por mi cuenta.

Después continué con el mundo de las posturas. Estuvo así un tiempo y ya me decidía a hacer unos cursos de formación. -¿Llegó a viajar a la India? -Sí, estuve varias veces. En una ocasión me quedé durante tres meses. -¿Es cierto lo que se dice en la película «Pasaje a la India» de que este país no deja a nadie indiferente? -Por supuesto.

Es un país que te encanta y vuelves, como me pasó a mí. Pero también hay gente que nada más aterrizar en el aeropuerto se da la vuelta. Hay grandes contrastes, mucha pobreza, olores, colores... Estuve en Nueva Delhi y en la zona del Himalaya. -¿Dio clases en Madrid? -Sí, en diferentes centros, y también en la universidad de Alcalá, además de algunos pueblos de los alrededores.

Ahora llevo un año en Vigo. Antes ya había estado aquí viviendo. Me dedicaba a la cerámica. Sentí la morriña gallega y decidí regresar. -¿Cuál es el contenido de sus enseñanzas en el gimnasio? -Hay una parte dedicada a las asanas o posturas.

Son posturas estáticas que se consiguen con mucha concentración. Están destinadas a tonificar los músculos y a mantener la columna vertebral y las articulaciones flexibles. -¿El horario? -Por la mañana, martes y jueves, a partir de las 10.00 horas. Y, por la tarde, esos mismos días, a partir de las 19.00 horas.

La clase dura 80 minutos.

Hacemos relajación, estiramientos, posturas, pranayama (control de la respiración), ejercicios de atención y concentración, junto con las técnicas de relajación y meditación. La persona sale con una sensación de bienestar y tranquilidad. -¿Ayuda a superar la crisis? -Muchísimo.

Ayuda a superar el estrés y a ser más optimistas ante la crisis. Hay problemas depresivos que están relacionados con la respiración y practicándolo se aprende a respirar bien. Incluso una mujer que tenía asma consiguió una gran mejoría de su enfermedad.

También es positivo para los problemas de espalda. Además aumenta la energía vital. -¿Cuánto vale la inscripción? -Cuesta 37 euros al mes.

Ahora es un buen momento porque estamos haciendo promociones, para dejar los cursos configurados de cara a octubre. -¿Acuden muchos hombres? -Más que antes.