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El Sol en Capricornio

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Este signo está representado por la cabra, animal inteligente y solitario que vive en las montañas, habituada a afrontar las condiciones más rigurosas y las dificultades más extremas. Así son también los nativos de este signo reinante en el corazón del invierno: seres dotados de la máxima resistencia y paciencia, acostumbrados a los mayores sufrimientos y curtidos por las pruebas más duras.

La cabra trepa por la montaña hasta coronar los riscos más elevados. También a los capricornianos los anima secretamente una gran ambición, una férrea voluntad de elevarse a lo más alto, ya sea en el ámbito material o espiritual, superando tenazmente las dificultades y esperando para ello el tiempo que sea necesario. Eso les da fuerza y motivación para afrontar las numerosas limitaciones y pruebas que el destino pone en su camino.

Capricornio es un signo de tierra, lo que nos indica que estamos ante personas muy sensatas y realistas, dotadas de gran prudencia y sentido común, que tienen los pies firmemente apoyados en el suelo y se encuentran muy ligados a todo lo terrenal, que al mismo tiempo aspiran a dominar y doblegar. Pero también es un signo cardinal, lo que indica una tendencia al liderazgo y a erigirse en guías de otras personas. Tienen una secreta vocación de mando y un deseo de elevarse hasta los puestos más altos de la sociedad.

Saturno es el planeta regente del signo, con el que se encuentra en profunda afinidad. Tradicionalmente considerado como un gran maléfico, su misión es en realidad mostrarnos las cosas tal como son, darnos a conocer nuestras limitaciones. Tiene la ingrata misión de destruir ilusiones y sueños infantiles para hacernos crecer y madurar como seres humanos (no es casual que la iconografía represente siempre a Saturno como un anciano). A través de las pruebas y el dolor vamos alcanzando poco a poco la sabiduría.

Marte está exaltado en Capricornio, aquí el astro de la guerra está en su apogeo porque es preciso luchar con el mayor coraje y energía para hacer frente a las situaciones más difíciles. En él la voluntad y la agresividad adquieren constancia y disciplina, volviéndose mucho más eficaces y garantizando a la larga resultados mucho mayores.

Sin embargo la Luna y Júpiter se encuentan debilitados en este signo. Capricornio tiene que afrontar dificultades muy grandes y la suerte aquí no tiene cabida (Júpiter). Asimismo el lado infantil (la Luna) deberá madurar a través del dolor y hacerse adulto.
En este signo abundan los ascetas y las naturalezas espartanas acostumbradas a enfrentarse a las condiciones más duras. Son pesimistas por naturaleza, ven la vida y a las demás personas como una gran amenaza que es preciso afrontar y no se puede eludir. Son serios y reservados, introvertidos y secundarios, astutos y suspicaces ante las desgracias y constantes en la persecución de sus objetivos.

Se lo toman todo muy en serio. Ven la vida desde su lado más malo, duro o difícil, por ello aveces pueden caer en toda clase de temores, angustias y bloqueos emocionales. El deber o la responsabilidad pueden agobiarlos hasta dejarlos paralizados. Para afrontar todo esto ejercitan la mayor disciplina y autodominio. Son duros como una roca, no tienen piedad con sus propias debilidades ni tampoco con las ajenas y sufren terribles tormentos y escrúpulos morales o espirituales. Su infancia suele ser singularmente difícil, al igual que la primera parte de su vida. En la madurez es cuando cosechan el fruto de sus grandes luchas.

Hay dos tipos de capricornianos, unidos ambos por una visión pesimista de la vida: unos buscarán la conquista del mundo, el ascenso social y el dinero, otros se alejarán desengañados del mundo material y seguirán el camino del ascetismo o la santidad.

Algunos famosos de Capricornio: Juan Carlos I, Robert Duvall, Joan Manuel Serrat, Denzel Washington, Gerard Depardieu, Mel Gibson, Kristie Alley, Isabel Gemio, Jesulín de Ubrique.

Segundo Ruiz

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