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"La letra es una marca de identidad"

Published by Buscador under on 2:20

Nada dice más de una persona que su escritura. Al igual que una huella digital, la forma en que escribimos devela si somos extravertidos, constantes con nuestras conductas o si nos adaptamos a las normas sociales. "La letra es una marca de identidad", afirma la grafóloga Silvia Battión.

La escritura es un proceso psicobiológico y neurológico complejo que efectúa el cerebro a través de la mano. Lo biológico, lo cultural y las experiencias de vida se transmiten en el acto de escribir a punto tal que las personas emplean formas que son características de cada uno y que no pueden ser imitadas por otro.

"La grafología no es magia", aclara la especialista, interesada en derribar los mitos que vinculan esta actividad con la adivinación. "No es una forma de predecir, sino de encontrar aptitudes y de describir conductas", agrega.

Esta "ciencia", tal como prefiere llamarla Battión, surgió alrededor del 1600 donde por primera vez Camilo Baldi, un catedrático de la Universidad de Bolonia, se animó a relacionar la escritura con la personalidad. El término grafología fue creado en 1871 y recién a partir de los descubrimientos de Sigmund Freud, la grafología adquirió una importancia mayor porque se pudo sistematizar la observación y relacionarla como una manifestación gráfica inconsciente.

La escritura forma parte de un proceso de maduración psicológica. Primero empezamos copiando y luego, con la alfabetización, la atención se fija en el mensaje (lo que se escribe) y no en la forma de la letra. Y es aquí donde entra a tallar el análisis grafológico que analiza los espacios ocupados y los cedidos, las formas que adquiere la escritura, el ritmo y el tipo de trazo, inclinación, dirección, orden, continuidad, velocidad y presión.

"El análisis se refiere a una escritura en particular y a un momento histórico cultural. Para ello contamos con parámetros de medición, todo es medible en milímetros y en grados", explica Battión.

"No efectuamos diagnósticos —aclara—, pero sí podemos desde el análisis del grafismo esbozar cómo se articula el psiquismo de una persona con respecto a lo pulsional y lo superyoico, cómo se relaciona con el entorno, conocer su intelectualidad, su forma de conocer la realidad que lo circunda, acceder a información sobre sus emociones y sentimientos, en qué medida están coartados o no, cuáles son las funciones psíquicas predominantes, cómo es su voluntad, cuáles son sus aspiraciones y motivaciones, y las limitaciones que le impiden concretarlos".

Autoimagen

La firma es un dato de suma importancia para los grafólogos, ya que la consideran un compendio de la identidad. Sin embargo, se trata de un dato incompleto por fuera del texto. Esta se vincula con la conducta asumida en el ámbito privado, íntimo. Si en la firma se destacan las dimensiones o movimientos relacionados con el nombre, la fortaleza identificatoria se centra en el ambiente familiar (la madre), mientras que si se destaca el apellido, la propia imagen encuentra su identificación con lo social y/o profesional (el padre). "Es lo que la persona piensa de sí mismo y cómo se muestra ante las personas que están más próximas. Todos los seres humanos nos adaptamos para vivir en sociedad, pero en el fuero íntimo somos diferentes, incluso, está comprobado que la parte del cerebro involucrada al firmar es distinta de aquella que se usa para escribir. La firma implica hacerse cargo, firmamos o suscribimos aquellas cuestiones que significan un compromiso con el mundo", resume la grafóloga.

La elección de la firma generalmente ocurre en la adolescencia por identificación con una persona a la que valoramos (papá, mamá, algún docente). Con el tiempo puede que la firma cambie, pero en la madurez lo esperable es que haya coincidencia entre la firma y el resto de la escritura. Cuanto más se asemeje al texto, más equilibrado y relacionado con la realidad.

“La claridad y legibilidad de una firma suele expresar la confianza de la persona en su propia imagen. Algunos firman con un garabato y esto indica baja autoestima, pérdida de la importancia del rol social y miedos. El equilibro está dado en que la persona pueda poner su nombre y apellido completo, aunque sea simplificado”, dice la perita grafóloga.

Personal y laboral

En cuanto a las áreas donde la grafología se vuelve una útil herramienta de consulta figuran la legal, laboral, para informes personales, orientación vocacional, en chicos con problemas de aprendizaje, en el ámbito del derecho de familia y hasta en la detección de enfermedades. “Nos diferenciamos del perito calígrafo que trata de corroborar si una firma o escrito se corresponde con otro. Ellos estudian la escritura con ese propósito, en cambio nosotros lo hacemos con la intención de acercarnos al perfil de la persona”, aclara la grafóloga.

“Cuando alguien se acerca para que hagamos una descripción de su personalidad le aclaramos que no hacemos diagnósticos. Tratamos de analizar el escrito sin opiniones personales, y de ser necesario, le sugerimos que consulte con un psicólogo”, explica.

El análisis grafológico en lo que respecta al ámbito laboral permite un acercamiento a los aspectos en que la persona se maneja con mayor soltura y aquellas donde puede encontrar dificultades y si posee aptitudes para el liderazgo, para el contacto con la gente o para el trabajo en equipo. En cuanto a la elección de una carrera, el objetivo se orienta al acompañamiento del proceso de búsqueda de sus deseos y aspiraciones para que pueda aprender a elegir.

La grafología infantil, donde se analizan desde los garabatos hasta los dibujos, resulta de utilidad en problemas de aprendizaje (generalmente es solicitado por las escuelas) y en situaciones de conflicto familiar.

Salud y enfermedades

El área de la salud es una de las competencias de la grafología (grafopatología) que quizá depare mayores sorpresas, sobre todo a partir de investigaciones que dan cuenta de que algunas enfermedades orgánicas se manifiestan en la escritura. “Está demostrado que las enfermedades cardíacas tienen una determinada manifestación gráfica, las pulmonares también, incluso el cáncer”, afirma Silvia Battión.

“El cerebro sabe cuando el cuerpo está enfermo”, agrega, y para ratificarlo dice que existen trabajos conjuntos de oncólogos y grafólogos enfocados a establecer mediante un seguimiento de la escritura si existe metástasis. En caso de confirmarse esta posibilidad, los especialistas deciden la iniciación de un tratamiento.

Battión se graduó en Ciencias Económicas en la Universidad del Litoral y buscó en la grafología un modo de canalizar sus inquietudes humanísticas. Hoy es la responsable del Instituto de Grafología Litoral de Rosario y fundadora de la Asociación de Grafólogos de la Provincia de Santa Fe.

Inserción

"Nuestro objetivo es que la grafología se inserte en espacios interdisciplinarios con psicólogos, psiquiatras, médicos, abogados, en los jardines de infantes, en las escuelas, en todos los ámbitos donde hay manifestaciones humanas", subraya la grafóloga Silvia Battión.

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