Yoga sexual para mejorar tus relaciones

Hasta ahora tal vez echabas mano de los ejercicios de yoga para ponerte en forma, o bien para meditar, relajarte... O puede que no lo hayas practicado en toda tu vida. Descubre ahora cómo puede mejorar tu vida sexual.

Así es, algunas de las posiciones del yoga pueden contribuir a aumentar tu energía sexual. De hecho, también resultan ideales para realizar en pareja. Estamos hablando de posturas que están hechas para excitarte y aumentar tu libido, además de dotarte de una mayor flexibilidad y fuerza en las zonas clave del cuerpo para disfrutar del sexo. Por si acaso no estás pensando en ello, también es posible que a través del yoga puedas realizar esas difíciles posturas del kama-sutra...

La práctica del yoga hace que nuestro fluido sanguíneo se incremente en todo el cuerpo, y existen diversas posiciones (como la del águila) que trabajan especialmente la pelvis. Cuando la sangre llega a determinadas partes del cuerpo, como ésta, eleva su temperatura, sensibilidad y aumenta el deseo.

Además, cuanto más se trabajen los músculos de la pelvis, mayor será su rango de movimiento y más fuertes serán las contracciones, lo que contribuirá a experimentar orgasmos más intensos.

En concreto son tres posiciones las que recomendamos realizar, si puede ser, diariamente.


Posición 1: la rana (Imagen: rainsdance.com)

Sitúate a gatas sobre el suelo con las piernas separadas al nivel del ancho de tus caderas y extiende las rodillas hacia los lados todo lo que puedas. Gira los pies hacia fuera y flexiónalos un poco. Apóyate en el suelo con los codos y los antebrazos, y une tus manos por las palmas. La pelvis no debe tocar el suelo.

Respira hondo, despacio, presionando contra el suelo la parte baja de tu cuerpo, hasta que notes cómo se estiran tus caderas y muslos.

Repítelo durante diez respiraciones.

La posición real dista un poco de la imagen, ya que hay que situar las manos bajo el trasero. Lo explicamos más detalladamente para que no haya dudas:

Acostado bocabajo con las piernas juntas y los pies en punta, levanta un poco la pelvis del suelo y pon las manos bajo tu trasero (rima y todo, si es que el yoga es hasta divertido). Se parece a la posición de Superman, pero la postura de los brazos es distinta.

Inhala mientras subes el torso y presionas sobre tus codos.

Exhala mientras bajas la cabeza al suelo con lentitud, manteniendo la pelvis elevada.

Subrayamos que la presión realizarse con los codos, no con el cuello o la cabeza, con lo que te podrías hacer daño.

Mientras mantienes esta posición, haz cinco respiraciones profundas. Es un ejercicio muy relajante si se lleva a cabo debidamente, así que aprovéchalo.

Ponte de pie y coge aire mientras llevas tus brazos a la altura de los hombros, con las palmas de las manos encaradas hacia arriba. Cruza tu brazo izquierdo sobre el derecho de modo que un codo quede sobre el otro.

Ahora flexiona los codos y entrecruza los antebrazos.

Cruza tu pierna izquierda por delante de la derecha, sobre la rodilla. Enrosca después el pie izquierdo tras la pantorrilla derecha. Deja caer el peso de tu cuerpo sobre tu pierna derecha.

Realiza cinco respiraciones profundas y lentas mientras mantienes esta posición, y cambia de lado para repetirlo.

En un principio tal vez parece difícil (sobre todo si lees las indicaciones para cada postura y tratas de imaginarlas en lugar de hacerlas), pero es más sencillo de lo que parece, y con estos ejercicios te mantendrás en forma y enriquecerás tus relaciones sexuales.